Me he puesto a pensar en lo que pasaría si en los programas de televisión se contratara a gente poco agraciada como animadora. ¿Los raitings de los programas bajarían? Las respuestas son obvias y más de uno estoy segura que responderá que si, que no estaría dispuesto a ver un programa con un feo presentador y con una no tan atractiva co- animadora.
Estos programas simplemente serían una prueba para demostrar que la imagen, en los medios pesa. Y pesa tanto que deja totalmente a un lado lo intelectual.¿Es difícil estar parada y leer lo que está al frente de ellos? La respuesta es no, un presentador de programas no tienen más que hacer eso leer o relacionarse con lo que va a decir antes del programa, eso con un poquito de gracia hace una buena presentación.
Nosotros, futuros profesionales del arte de comunicar no nos convirtamos en simples imágenes que atraen, preparémonos para en el futuro ser los protagonistas de un cambio en la comunicación. Un cambio basado en la cultura que un comunicador social debe tener y ostentar con orgullo y con bases firmes.
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